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Revista N°13

72 - Revista NUEVA POLÍTICA 13 - Oct/2012 al Nosotros Surafricano. El actor político piensa, siente y emociona al Otro Político. Pero, ¿qué genera con todo ello? Ideas. Adecua- damente combinados, lo cognitivo y lo emocional configuran la Inteligen- cia Creativa del actor político, gene- radora de propuestas innovadoras de acción política y/o programas de gobierno. Pero, ¿por qué entonces muchos programas de políticas pú- blicas excelentes a priori no logran los resultados esperados? Porque las ideas intangibles deben traducir- se en realidad tangible pasando a la acción, haciendo o haciendo hacer. Los problemas prácticos (por tanto, los políticos) no se resuelven al co- nocer las soluciones, sino al aplicar- las. Así pues, las acciones constitu- yen un cuarto nivel de la Inteligencia Política sustancialmente distinto a los anteriores: el operativo. Se trata de la faceta relativa a la Inteligencia Ejecutiva, una inteligencia práctica que dirige el comportamiento políti- co integrando las tres competencias para la acción: elegir metas, elaborar los proyectos que conduzcan efi- cazmente a ellas y ejecutarlos. Es la inteligencia que decide y resuelve: ordena y selecciona los proyectos provenientes de la Inteligencia Crea- tiva, definiendo después las tareas a realizar para desarrollarlos. Es la inteligencia que hace efectivas las inteligencias cognitiva y emocional: dirige lo pensado, sentido y crea- do para transitar exitosamente de lo proyectado a lo realizado. Inhibi- ción de los impulsos políticamente disruptivos, deliberación, decisión y resiliencia son cuatro de los factores clave que conducirán al actor políti- co a un adecuado nivel de Inteligen- cia Ejecutiva. Pero la Política es un deporte de equipo que ha dejado de jugarse exclusivamente en las agrupacio- nes territoriales de los partidos po- líticos. Si no se adapta, el futuro del actor político analógico en nuestra sociedad digital es más que incierto. Hoy, buena parte de la Política es en red y en la Red. Se trata de un nue- vo ecosistema político que compar- te, integra, coopera y colabora con una ciudadanía digital conectada y crowdcrática. En este contexto, la Inteligencia So- cionómica del actor político le permi- te interactuar virtualmente con sus grupos de interés para gestionar con eficiencia los recursos sociales 2.0 disponibles. Y este sharismo está di- bujando una e-poliarquía con la que debe interactuarse adecuadamente. Duplicando las logradas por McCain, durante su campaña presidencial de 2008, Obama consiguió donaciones por valor de 750 M$, el 67% de las cuales se canalizaron vía internet. MBO.com registró 13 millones de direcciones de correo electrónico, 2 millones de perfiles y 35.000 grupos de voluntarios. Los 2.000 videos de YouTube lograron 20 millones de visualizaciones y Facebook registró 3,2 millones de amigos. Hoy, nueva- mente en campaña, su perfil cuenta con… ¡29 millones de amigos! Este capital social constituye una Inteli- gencia Política Colectiva inclusiva, distribuida, simbiótica, valorizada constantemente y coordinada en tiempo real. Una inteligencia resultado de la suma de todas las inteligencias in- dividuales, un cerebro compartido. Una SA en la que cada accionista- prosumer aporta como capital sus capacidades de aprender y ense- ñar. Ante esta realidad, actor políti- co y partido político deben ser per- meables para crear Organizaciones Políticas Inteligentes, capaces de metabolizar sinérgicamente esta In- teligencia Política Colectiva. Por cierto: ¿Qué tres cifras comple- tan esta serie? 0-5-4-2-9-8-6-?-?-? @openkratia. FIGURA 1. Facetas de la Inteligencia Po- lítica 5.0 como Competencia Política (según BeOK© Modelo de Competencia Política desarrollado por Jorge GUE- RRERO GARCÍA, 2012) Jorge GUERRERO GARCÍA. Consultor en Desarrollo del Talento Político. Impulsor de openKRATIA y miembro de

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