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Revista N°13

44 - Revista NUEVA POLÍTICA 13 - Oct/2012 Comentarios La semana pasada se dieron tres hechos, íntimamente relacionados entre sí, que abiertamente desafían nuestro futuro como país. Primero, legalmente se abrió el pe- ríodo de campaña para las eleccio- nes municipales, bajo autoridades electorales, padrón de votantes, sistemas y procesos que han con- ducido a serios cuestionamientos de su credibilidad. Estas eleccio- nes solamente van a profundizar el modelo de fraude sistémico que se inició en 2008, por no decir en 2006 pues seguimos sin conocer el 100% de los resultados de las elec- ciones de ese año. Segundo, se ha anticipado la can- didatura de Ortega para el 2016, perfilando con absoluta nitidez sus pretensiones vitalicias. Y tercero, miembros de su descendencia han asumido la vocería de negociacio- nes estatales en torno a grandes megaproyectos de infraestructura y comunicaciones, también perfi- lando con absoluta nitidez el carác- ter dinástico del régimen. Frente a las elecciones munici- pales, mi posición ha tenido dos grandes momentos. Al principio dije, y lo sostengo, que la oposición enfrentaba el dilema, que no exis- te en ningún país democrático, de participar o no en las elecciones en función de la desconfianza en que los votos se cuenten bien. Dije, y re- pito, que entendía las razones y los costos que pagaban quienes ha- bían decidido participar y quienes habían decidido lo contrario, y que respetaba ambas posiciones. Des- pués, y consecuente con lo anterior, hice un llamamiento a quienes se abstenían de participar para que no hicieran campaña activa por el abs- tencionismo, y creo es una impor- tante reserva para entendimientos futuros, que no hay de parte de nin- gún sector político significativo una campaña abstencionista activa. Y que los sectores que han decidido participar no se han enzarzado en una campaña de descalificaciones de quienes no están participando en las elecciones. He recibido invitaciones de candi- datos del PLI para que les acom- pañe personalmente en sus cam- pañas. Muy a mi pesar, y para ser consecuente con la posición que he sostenido a lo largo de este proce- so, no puedo hacerlo, pero no pue- do dejar de reconocer el mérito po- lítico, la capacidad y el compromiso ciudadano de candidatos como Oscar Flores, de la Cruz de Río Grande, Juan Carlos Bravo de Jui- galpa, Rosa María López de Jino- tega, Maritza Araúz de Matagalpa, Ana Gutiérrez de Jinotepe, Alfredo Gutiérrez de Managua, Jairo Quiróz de Nueva Guinea, y Jenny Molina del Ocotal, entre otras candidatas y candidatos a quienes conozco per- sonalmente. En relación al perfil vitalicio y dinás- tico del autoritario régimen de Or- tega, creo ha llegado el momento, una vez que pasen las elecciones municipales, de que todos asuma- mos plenamente las consecuen- cias de la conclusión que no deberá enfrentarse más de lo mismo en el gobierno, con más de lo mismo en la oposición. Si Ortega ofrece de futuro el pa- sado, el bien del país requiere que la oposición no haga lo mismo. Es necesario impulsar un proceso de relevo generacional en la política nicaragüense, y nuevas formas de hacer política, no solamente en la perspectiva de articular una oposi- ción al Orteguismo creíble y efecti- va, sino una opción de superación de la trampa en que como país es- tamos, y por tanto, al relevo genera- cional y a la creación de esa opción de superación debería estar convo- cado todo el país, y no solamente un sector, si hemos de superar la premoderna polarización sandinis- mo-antisandinismo que se abrió en 1979, que no se termina de cerrar, y que tanto daño hace. Panorama regional Nicaragua: Apuesta por un relevo Por Edmundo Jarquín Edmundo Jarquin, ex- candi- dato presidencial, Nicaragua

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