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Revista N°13

46 - Revista NUEVA POLÍTICA 13 - Oct/2012 En abril, el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, publicó en el diario británico “The Guardian” un artículo en el cual argumenta la importancia de la despenalización en la región latinoame- ricana como una salida para combatir el problema del narcotráfico. Esta publi- cación causo que, durante la Cumbre de las Américas, se intentara discutir el tema y al mismo tiempo buscar que Es- tados Unidos accediera a la presión. Sin embargo, la discusión no pasó a más y puede ser que quede engavetada como un intento del presidente guatemalteco de posicionarse en la opinión pública mundial. Ante esta publicación me surge la in- quietud ¿Existe alguna propuesta con- creta? El gobierno de Guatemala no ha presentado ninguna alternativa formal. Lo único que han planteado es que es bueno debatir para encontrar solucio- nes al problema del narcotráfico en la región, lo cual considero muy bueno. Se habla de una batalla perdida, pero tenemos años de no ver una verdadera contienda que combata frontalmente al narcotráfico. En las condiciones políti- cas actuales, cada vez es más evidente la penetración de recursos financieros del narcotráfico en partidos y campa- ñas políticas Es importante reflexionar que todo ne- gocio lícito importante, origina un enor- me mercado negro igual o de mayor importancia que el mismo mercado. Por ejemplo del petróleo, el tráfico de ar- mas, los metales, el tabaco, los discos, la ropa, entre otros. Podemos pensar también que, de despenalizarse las dro- gas, tampoco ayudaría a desaparecer los actuales capos y carteles produc- tores, quienes podrían reorganizarse en un oligopolio presentando una ofer- ta legal y manejando el mercado a su antojo. Si pensamos en la ley de oferta y demanda, notaríamos también que el medio económico del narcotráfico le permitiría una rebaja de precios lo cual se vería compensado con un mayor vo- lumen de venta y consumo. Recordemos que el mercado que au- menta con la despenalización es el de los potenciales consumidores que hoy no lo hacen porque: en primer lugar, el precio de la droga es elevado a causa de su ilegalidad; y en segundo lugar, tie- nen todavía un mínimo de respeto por la prohibición. El adicto que hoy se inyecta 5mg de heroína, mañana también se in- yectará esa misma cantidad indistinta- mente si es legal o ilegal. En cambio, el probable consumidor que hoy no puede pagar por la droga, mañana sí lo podrá hacer. Esto significa que habrá un nue- vo consumidor, y no uno que ya lo hacía, utilizándolo más. Entonces ¿Para quién realmente se le- galizaría el consumo? ¿Para los mayo- res de edad? ¿Para los drogadictos? ¿O para los que están vulnerables al con- sumo y pueden llegar a ser adictos y arruinarse la vida? Consideremos que aumentaría el número de víctimas de losaccidentesdetránsito,causadospor jóvenes drogados. Aumentaría también el número de suicidios ya que muchos jóvenes vivirían en un vacío de amor ge- nerado por el consumo. Todavía más complicado, el número de jóvenes in- toxicados que terminarían acabados por no encontrar una salida al consumo sin control. Podemos citar el ejemplo que en Ho- landa, país en el que fue aprobada la despenalización. De los 7,000 adictos estimados, se les asocia con 80% de los crímenes a la propiedad. El uso de ma- rihuana subió en un 250% en 15 años, aumentaron los robos un 62%. También es importante citar que entre 1959 y 1968 Gran Bretaña experimentó con la distribución controlada de heroína. Esto causó un aumento considerable de adictos que se duplicó cada 16 meses, ademásdelastasasdemortalidadaso- ciadas al consumo. Notamos que en los últimos años vivi- mos en un mundo donde la educación en valores decae. Muchos jóvenes co- rren el riesgo de vivir en una personali- dad frágil, inmadura, y poco estructu- rada, lo cual generaría que la adicción a las drogas sea desmesurada. Recorde- mos que el atractivo de la droga no se basa en la curiosidad por lo prohibido, sino en la adicción que crea. De todos es conocido que la drogadicción es uno de los principales problemas de la ju- ventud mundial. Científicos destacados no se cansan en mencionar que la so- ciedad que abandona a los jóvenes y ni- ños que no se les da atención ni mucho menos son respetados son propensos a desarrollar una personalidad capaz de buscar oportunidades de progreso y desarrollo. Al haber mayores adicciones existirá mayor consumo y, al haberlo, existirá un mayor descontrol entre los jóvenes. En la educación con alta calidad moral, nos enseña a prevenir la violencia y ser conscientes de que las drogas son da- ñinas para la salud. Los vendedores de drogas empezarían con inundar el mer- cado con droga muy barata y conseguir millones de nuevos adictos, por lo tanto aumentarían los delitos y la delincuen- cia común. Hacer conciencia sobre las consecuen- cias tan dramáticas a las que lleva el consumo de las drogas, es algo que la gran mayoría de gente conoce. Sin embargo, hay algo en donde todas las campañas de información que com- bate el consumo se debe enfocar. Si queremos prevenir, debemos investigar Guatemala: Despenalización, solución o nuevo tropiezo Por Pedro Cruz Panorama regional

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