MagLes #17 - nov/dic.14 29 realmente son. Cuando te abres y cuentas tu orientación la gente lo valora porque ven que no tienes ningún problema con eso y sienten que se liberan de un problema ellos también. Está muy bien eso, somos homofóbicos hasta que no se demuestre lo contrario y eres heterosexual hasta que no demuestres lo contrario. Por lo tanto, los heterosexuales son homofóbicos hasta que no les demos la oportunidad de demostrar lo contrario. Pesa más la homofobia interiorizada que sentimos (culpa y vergüenza) que no cuando liberamos todas esas barreras. y empecé a buscar un trabajo fijo. Tenía una entrevista en una empresa un poco católica pero necesitaban alguien con mi perfil, así que decidí ir. Iba todo bien hasta que me preguntaron si estaba casada. Allí tuve que decidir en pocos segundos si decir la verdad o no. Decidí decir la verdad y evidentemente no me cogieron. Nunca podré demostrar que no me cogieron por esto, claro. ¿Qué le vamos a hacer? Marta: Pues mi primera vez fue así: Tenía un compañero de trabajo del Opus y después de escuchar algunos comentarios despectivos hacia el colectivo LGBT me entró como una contra- fobia, así que decidí explicárselo a él también. Al principio pensó que era por moverme en el mun- do de la música, o lo que él llama la “farándula”. Curiosamente, él y otro compañero, que eran los más homofóbicos de la planti- lla, han sido luego con los que más naturalidad y cachondeo ha habido. A partir de entonces dejé de ser “invisible” en ese sentido y aunque siga siendo “la lesbiana de Publipress”, lo hablo con toda naturalidad. La gente habla mucho en el trabajo incluso desde el charla primer día. Con decir que eres lesbiana estás dando mucha información importante, tal vez antes de tiempo. ¿Creéis que nuestra condición sexual nos hace menos libres? Thais: Yo he tenido mucha suerte. Sí que he sentido la necesidad de frenarme aunque tampoco creo que sea necesario explicar tanto. Marta: Sí que creo que somos menos libres pero si lo tienes aceptado, lo tienes más fácil. Entonces no hay por qué sentirte menos libre. También depende de las experiencias que hayas teni- do. Si has tenido malas experien- cias, por ejemplo, si alguna vez te has sentido diferente o excluida por ese motivo, posiblemente te condiciona aún más. No por ser lesbiana tengo que dejar de expresar mi opinión. Si alguien me gusta debería tener la misma libertad para decirlo como el resto de la gente en la empresa. Hay quien juzga a las lesbianas como poco extroverti- das, cuando en muchos casos lo son porque no sienten el derecho de actuar con normalidad, como charla ¿Te gustaría participar en una charla de MagLes o proponernos un tema? Escríbenos a redaccion@maglesrevista.com MagLes #17 - nov/dic.1429