El número de detenciones arbitrarias e incidentes de persecución y violencia contra la población civil que se desató durante las protestas, continuó escalando entre febrero de 2014 y julio 2015, luego disminuyó el número de detenciones arbitrarias, pero la represión continuó por otros medios. Asimismo, un importante número de la población civil percibida como fascistas, incluyendo a líderes y activistas políticos, empresarios, dueños de medios de comunicación, periodistas y empleados de medios de comunicación, así como también defensores de derechos humanos, abogados, e integrantes de ONGs, han sido víctimas de serias y repetidas amenazas, incluyendo amenazas y atentados contra la vida. Como resultado de la supremacía de facto del Presidente de la República sobre el Poder Judicial, al cual controla designando jueces leales, amenazando a jueces provisorios con ser removidos, y encarcelando a jueces que no acaten sus designios, el gobierno de Venezuela ha venido implementado una política de persecución judicial contra todo aquel que sea percibido como “fascista”, amenazándolos con ser procesados penalmente, paralizando procesos judiciales en curso, y deteniendo arbitrariamente a disidentes. Se han presentado denuncias sobre esta persecución judicial por parte de organismos internacionales regionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, así como por organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales como Foro Penal, Human Rights Watch, Amnistía Internacional, e Intercambio Internacional por la Libertad de Expresión (IFEX). A pesar de los numerosos reportes de crímenes perpetuados por las fuerzas de seguridad del Estado venezolano y los paramilitares armados pro-gobierno, el gobierno se ha negado a cesar estas prácticas, y ha sido incapaz de obtener resultados concretos en el enjuiciamiento de los responsables de la comisión de los crímenes y de adelantar procesos de negociación, por el contrario, en enero de 2015, el gobierno venezolano mediante resolución del Ministerio de la Defensa implementó una nueva estrategia militar autorizando el uso de la fuerza letal contra los manifestantes. Asimismo, el propio Presidente Nicolás Maduro ha proferido amenazas relacionadas con las venideras elecciones: “Si la derecha [partidos de oposición] tomara la Asamblea Nacional, sucederían cosas muy graves, en este país de desataría un proceso de confrontación de calle (…) Seré el primero en lanzarme a la calle a defender con el pueblo nuestra revolución. Nuestro país sólo puede ser gobernado por revolucionarios (…) la oposición debería rezar y prenderle candelas a sus santos para que nosotros ganemos las elecciones, de lo contrario se desatará un caos total (…) Juro que bajo ninguna circunstancia me voy a rendir ante los logros de nuestra revolución. No traicionaré a nuestra gente. Estemos preparados para defender a nuestra patria y ganar de cualquier forma, a cualquier costo, porque nuestro futuro está en juego. Masacres y muertes sucederán si la revolución chavista falla.”1 1 El Nacional (2015) El Nacional [Online] 22 de junio de 2015. Disponible en: http://www.el- nacional.com/politica/Maduro-lanzara-calle-oposicion-AN_0_651535042.html.