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ePaper created 2014-04-24, 11:02:00 | version 1.30.00
SUIZA S 51 los diferentes miradores interiores, dispuestos para disfrute del visitante. Una vez haya accedido a la altura máxima permitida (se puede subir fácilmente por las escaleras), inicie el descenso cuando lo desee; mejor hacerlo a pie (máximo diez minutos), así podrá disfrutar de toda la panorámica que las aguas ofrecen en su recorrido por cada tramo de la montaña. El ruido del agua resonando dentro las galerías, el agua pulverizada de las cascadas mojándole al romper contra las rocas y el bellísimo paisaje hacen de esta excursión una experiencia que, aunque breve, merece la pena vivir. Al finalizar, antes de la salida, el pequeño río que recoge estas aguas bravas le permitirá un momento de tranquilidad o de juego con sus hijos. Mürrenbachfälle Si dispone de tiempo, más adelante, a dos kilómetros se llega a la pequeña localidad de Stechelberg, donde se encuentra la cascada de Mürrenbach (Mürrenbachfälle), que salva unos 250 metros de altura, lo que la convierte en una de las más altas de Europa. Desde esta estación futurista semejante a una base lunar se inicia la excursión a uno de los lugares más bellos de toda la región, la cima del Schilthorn, selecta parada panorámica del mundo de los Alpes. Schilthorn H. Teleférico: cada treinta minutos, de 7.25 a 16.25 h en verano; de 7.55 a 15.55 h en invierno. Último telecabina de regreso: 18.03 h. «Me llamo Bond, James Bond». Quien se presenta de este modo inconfundible contribuyó de forma decisiva al renombre mundial del Schilthorn. Con su fantástica vista panorámica, esta montaña es una de las primeras atracciones de la región de Jungfrau. Al pie del Schilthorn, Mürren conservó, no obstante, el encanto de un idílico pueblo de montaña. El futurista restaurante giratorio en el Schilthorn impresionó a finales de los años 1960 a los productores de la película de James Bond Al servicio secreto de su Majestad: aquí debían rodarse las escenas en el imaginario Piz Gloria... La película fue un gran éxito, lo que quiere decir que también lo fue para el teleférico Schilthornbahn y el restaurante giratorio. El panorama alpino de 360 grados abarca el hermoso triunvirato de montañas Eiger, Mönch y Jungfrau, extendiéndose hasta el Mont- Blanc y la Selva Negra. Las telecabinas suben en cuatro etapas, entre rocas escarpadas y vacíos escalofriantes, hasta los páramos helados del Schilthorn (2.970 metros). Al terminar cada una de las etapas hay que salir de la telecabina, cruzar la estación y esperar un momento hasta que llegue la que cubre el tramo siguiente. Desde el Piz Gloria, el restaurante giratorio de la cumbre, el paisaje se hace más familiar, pues en él se rodó una parte de la película de James Bond. La cabina panorámica pasa por cascadas de agua y escarpadas paredes de roca hasta llegar, en treinta minutos, al Schilthorn. La vista panorámica desde este restaurante es espectacular. En la cima del Schilthorn, aparte de dicho restaurante, que da la vuelta completa en 55 minutos y desde el que se divisan 200 cimas de montaña distintas, hay un gran cine octogonal donde se muestra en diez minutos un resumen de los momentos más espectaculares de la película de James Bond, que se rodó en ese lugar durante tres meses. El Schilthorn está abierto todo el año, con excepción de cinco días en el mes de abril y entre dos y tres semanas en noviembre por motivos de mantenimiento. El teleférico, que es utilizado por 250.000 personas cada año, sale cada treinta minutos y el trayecto de ascensión dura 30-40 minutos. Deberá prever un tiempo para la excursión completa mínimo de dos horas largas. Tenga en cuenta estos horarios a la hora de organizar su viaje.